Mi pacto con vos está escrito en las estrellas, es más fuerte que la distancia y el tiempo, es un pacto que vence al destino.

sábado, 9 de febrero de 2013

Capitulo 18


Peter sabía que Lali se sentía mucho mejor. Se levantaba temprano por las mañanas, se duchaba y se marchaba con ellos al pueblo. Allí, se pasaba todo el día estudiando en la biblioteca. Luego, regresaba con ellos o con alguien que fuera en la misma dirección. Entonces, empezaba a preparar la cena antes de ocuparse de la colada y de limpiar la casa. Él se temía que estuviera trabajando demasiado y que pudiera perjudicar al bebé. Además, descubrió que tenerla cerca no era la tortura que había esperado. La vida podía ser mucho peor que tener a alguien que le lavaba la ropa y le preparaba la cena todos los días. Lali y él incluso habían empezado a jugar al ajedrez por las noches mientras Stefano sacaba a Bruiser a dar un paseo.

—¿Has recibido esta tarde alguna llamada por lo del Cadillac? -preguntó Lali, desde el otro  lado del tablero de ajedrez, una semana después de que hubieran empezado con aquella nueva disposición.
Peter no había recibido ni una sola llamada desde el día que lo habían puesto a la venta, pero no podía seguir diciéndole que no a Lali. Después de su depresión, se temía que si no recibía pronto buenas noticias, perdería el optimismo y la energía que acababa de recuperar. Fingió estudiar la tabla de ajedrez para no tener que responder, pero ella insistió.
-Un tipo -mintió.
-¿De verdad? -preguntó ella. El rostro se le había iluminado-. ¿Quién?
-Alguien que estaba de paso por la ciudad.
-¿Y qué te dijo?
-Sólo se detuvo y lo miró. Nada más.
-¿Te ha hecho una oferta?
-Todavía no.
-¿Crees que podría?
Peter se frotó la barbilla y fingió concentrarse en el juego, esperando que ella se olvidara del tema. Vio un movimiento que podría hacer con su caballo y que pondría en serio peligro la habilidad de Lali para defender su rey.
-¿Y bien? -insistió ella.
-Podría ser. No lo sé.
-Yo puedo bajar hasta los dos mil quinientos. Si alguien te dice una cifra superior o igual a ésa, acepta, ¿de acuerdo?
-Lo tendré en cuenta.
-Gracias -dijo. Entonces, movió la reina a través del tablero y se comió la torre de Peter.
-Eso es lo que me pasa por distraerme - gruñó, al darse cuenta de que ella acababa de estropear el estupendo movimiento que había planeado para el caballo.
-¿Y qué he hecho yo para distraerte? - preguntó ella.
Lali ya casi no entraba en sus vaqueros y tenía que llevarlos desabrochados porque no tenía ropa de pre-mamá. Además, sus pechos parecían crecer día a día. Peter encontraba que esto lo distraía bastante.
-Nada -mintió.
Después de unos movimientos más, consiguió comerle la reina a Lali, lo que le hizo sentirse un poco mejor.
-¿Crees que deberíamos anunciar el Cadillac en una de esas revistas de coches de Boise? -musitó ella.
-Nadie va a venir hasta aquí desde tan lejos sólo para ver un coche tan viejo cuando hay tantos en la ciudad -dijo él-. Y mucho menos durante el invierno.
-Tengo que venderlo, Peter. Mi plan se basa exclusivamente en este dinero.
-Lo venderemos -prometió él.
Sin embargo,  pasaron  dos  semanas  más  sin  recibir  ninguna  oferta.  Lali comenzó a preguntar sobre el coche cada vez menos. Peter sabía que era porque no podría soportar la respuesta.
Después de cuatro semanas de ver a Lali retorciéndose las manos, Peter no  pudo  soportarlo  más.  Cuando  ella  lo  llamó  al  taller  con  el  pretexto  de preguntarle qué le apetecía para cenar cuando sabía que Peter se comía cualquier cosa, él le dijo que había vendido el Cadillac.
Entonces, hizo que Chase lo siguiera hasta su granja, donde escondió el viejo coche en una hondonada que había a medio kilómetro de la casa bajo un montón de maleza. A continuación, fue al banco.
-¿Me estás diciendo que pagaron el dinero que pedíamos? -preguntó Lali, atónita,   mientras  observaba  el  montón  de  billetes  que  Peter  acababa  de entregarle.
Se abrió la puerta y Stefano entró seguido de Bruiser. Venían de jugar bajo los copos de nieve que habían empezado a caer a principios de la tarde.
-¿No es eso lo que necesitabas? -preguntó Peter.
-Sí -respondió ella-, pero no me puedo creer que hayamos conseguido los tres mil íntegros. Estaba empezando a tener miedo.
Stefano frunció el ceño y miró a Peter.
-¿Has vendido el Cadillac?
-Sí -dijo él.
-¿Cuándo?
-Hoy mismo.
-¿Estaba yo allí? -preguntó Stefani mientras se rascaba la cabeza.
-Estabas ocupado.
-Oh...
Pareció que Stefano iba a preguntar algo más, pero guardó silencio. Después de un momento, se puso a dar de comer a Bruiser. Por su parte, Lali no pareció darse cuenta de nada aparte de que ya tenía el dinero.
-Y te han pagado en efectivo -exclamó-. Después de esperar tanto tiempo, no me puedo creer que todo haya sido tan fácil. ¡Gracias a Dios!
-¿Vas a comprar mañana el ordenador? - le preguntó él.
-No  estoy  segura  -respondió.  Entonces,  contó  seiscientos  dólares  y  se  los entregó-. Esto es tuyo. Por las reparaciones que le hiciste al coche.
Peter dudó. No le importaba el dinero y sabía que ella lo necesitaba mucho más que él. Sin embargo, Lali parecía tan orgullosa de poder pagarle... Tomó el dinero y se lo metió en el bolsillo mientras ella se metía el resto de los billetes en el bolso.
-Probablemente podré conseguir un mejor precio en Boise -dijo Lali-, pero ya no tengo coche. Necesito que alguien me lleve.
-Yo no puedo. Tengo que trabajar -respondió él-. Puedes llevarte la furgoneta o el coche de Hatty si quieres.
-No  resulta  muy  divertido  ir  sola.  Es  decir,  más  o  menos  esto  es  una celebración y puede que necesite la opinión de otro.
-Yo  no  sé  nada  de  ordenadores  -replicó  Peter.  Entonces,  se  dirigió  al frigorífico y se sirvió un vaso de leche.
-Aun así, puedes ayudarme.
-Tengo un negocio del que ocuparme - gruñó él.
-¿No puede Chase hacerse cargo por un día? Venga. Si me queda dinero, te invito a cenar.
Ir de compras aburría terriblemente a Peter, pero salir con ella a cenar podría ser divertido. Por alguna razón, el Honky Tonk y Ashleigh ya no tenían el mismo atractivo que antes.
-Ahora me toca a mí hacer un trato contigo -repuso Peter.
-¿Qué clase de trato?
-Olvídate de ir a ver a Hatcher. Quiero que vayas a ver a un médico que sepa realmente  lo  que  está  haciendo  en  lo  que  se  refiere  a  tu  embarazo.  Si  me  lo prometes, mañana te llevaré a todas las tiendas que quieras.
-Pero Hatcher es el único médico que hay por aquí. Boise está demasiado lejos para  tener  que  ir  con  frecuencia,  ¿no  te  parece?  Además,  probablemente  los médicos de Boise serán más caros.
-Ya veremos.
-No sé, Peter... Siento que dependo demasiado de ti...
-Si quieres que te acompañe mañana, vas a tener que hacerme caso en esto.
-¿Por qué?
-Porque somos amigos, ¿te acuerdas?
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Lo siento por desaparecerme, recién el martes regrese al colegio y toda la semana estuve echa loca por eso no subí. Este fin cargo con mucha tarea pero igual me di tiempo para subirles. Gracias por su apoyo en esto.

Si llegamos a 10 o mas comentarios subo otro.

15 comentarios:

  1. Hola, quiero que ya esten juntos! queda mucho?

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  2. Buenaaas! falta mucho para que estén juntos?
    Besoo!

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  3. Vaaamoos que despacito se van acercandoooo! Siii, me encanta! Máss! (:

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  4. más, más , más!!! sube más! JAJAJJAJAJ
    BESOS!

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  5. Quiero maratón yo! si, re impaciente jajajja
    quiero que nazca el bebe ya y ver como reacciona Peter! muy buena nove ehh

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  6. Queremos novelitaaaa! Pleeaasee :)

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  7. no vale q te desaparescas tanto jejeje y sin duda subi mas nove :)

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  8. llegamos a los 10 subi mas noveeeeee

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  9. NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE NOVE!
    Poor fiss! (:

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  10. De donde sos?? muy buena nove!

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