Capitulo 19

-¿Amigos?
-Eso es lo que querías, ¿no? Que fuéramos amigos como lo somos Euge y
Lali dudó durante un momento. No estaba segura de que su amistad con
Peter pudiera ser como la que él tenía con Eugenia, pero suponía que él tenía razón en lo de Hatcher.
-Está bien. Trato hecho.
El vapor salió flotando del cuarto de baño cuando Peter abrió la puerta a la mañana siguiente. Su cabello oscuro estaba tan húmedo que brillaba.
-¿Qué  haces  levantado  tan  temprano?  -le  preguntó  Lali.  Le  sorprendió encontrárselo a las cinco y media de la mañana.

-Tengo que ir al taller para preparar las cosas para Chase. Me llevaré la moto. Así, tú podrás recogerme con la furgoneta cuando estés lista.
Lali trató de no mirar más abajo de la barbilla recién afeitada de Peter. Sólo llevaba una toalla alrededor de sus esbeltas caderas. Además, olía tan bien... Ella sabía que no debía mirarlo. Parecían haber alcanzado un terreno neutral y no iba a permitir que sus pensamientos, ni que sus ojos, pudieran poner en peligro la paz que existía entre ellos. «Piensa en él como si fuera una de tus amigas», se decía. Sin embargo, Peter era demasiado masculino como para parecerse a una amiga.
-Creo que ha estado nevando toda la noche.  ¿Estás seguro de que no es peligroso ir en moto? ¿Por qué no te llevas tú la furgoneta y yo voy a buscarte en el coche de Hatty?
-No me pasará nada en la moto.
-Está bien. ¿Quieres que lleve a Stefano a la ciudad?
-Sí. No hay necesidad de que tenga que levantarse tan temprano.
-Seguramente se sentirá desolado porque te hayas marchado sin él. Eres su ídolo.
-No hace falta demasiado para ser su ídolo -dijo, sonriendo afectuosamente al pensar en Stefano.
Aquella reacción sorprendió a Lali. Peter no era el tipo de hombre que se preocupara por alguien como Stefano. En realidad, no era el tipo de hombre que se preocupara por nadie. O tal vez no era el tipo de hombre que demostraba sus sentimientos.
-Me da la sensación de que su padre no se portó muy bien con él -dijo Lali.
-Bernie era un canalla, igual que mi padre.
Peter nunca le había hablado mucho de sus padres, pero, por lo que él le había dicho y por los chismes que circulaban por la ciudad, Lali sabía que habían bebido en exceso y se habían peleado constantemente cuando Peter no era más que un niño. Se habían separado y se  habían  vuelto a unir tantas veces que él nunca sabía si sus padres iban a estar juntos o si tendría que marcharse con uno de ellos. Sólo Hatty había permanecido a su lado.
-¿Vive aún tu padre? -preguntó Lali.
-Sí.
-¿Sigue con tu madre?
-No. Se separaron definitivamente el año pasado.
-¿Dónde viven?
-No me importa mientras no sea aquí.
Lali quería hacerle más preguntas sobre sus padres, pero resultaba algo extraño estar teniendo aquella conversación mientras Peter estaba prácticamente desnudo. A él no parecía  importarle, pero a Lali le estaba costando mucho no fijarse demasiado.
-Te veré dentro de un rato -dijo. Entonces, se puso de lado para pasar al lado de él sin tocarlo, lo que no le resultó fácil teniendo en cuenta lo mucho que le había crecido el vientre. No  tenía tanto cuidado para evitar el contacto físico con sus amigas. Sin embargo, ninguna de ellas  le resultaba tan atractiva vestida sólo con una toalla.


-¿Qué estamos haciendo aquí? -preguntó Lali, cuando Peter aparcó frente a un gran centro comercial.
-Vamos a comprarte algo de ropa premamá. Y tal vez otro par de zapatos. Lali  estaba   agotada.  Se  habían  pasado  el  día  recorriendo  tiendas  de
ordenadores para conseguir los programas y el ordenador que ella necesitaba al mejor precio posible.
Al final, el ordenador y todos los accesorios sólo le habían costado mil cien dólares,  por  lo  que  Lali  se  sentía  bastante  satisfecha  con  sus  compras.  Sin embargo, después de  comprar  los programas y el acceso a Internet por satélite, sólo le quedaban trescientos dólares que pensaba guardar para comprar artículos para su bebé.
-Estamos casi en abril, así que va a empezar a hacer calor muy pronto. Me compraré ropa cuando consiga mi primer sueldo.
-No creo que te sientas muy cómoda con esos vaqueros tan apretados.
-Bueno, ahora no me los abrocho y este jersey que tú me has dejado es lo suficientemente largo como para taparme la parte superior de los pantalones, ¿ves?
Al ver cómo peter la miraba de arriba abajo, se arrepintió inmediatamente de haber atraído la atención de él sobre su cuerpo.
-No creo que puedas llevar esa ropa durante más de dos semanas. ¿Crees que habrás cobrado tu primer sueldo para entonces?
-No estoy segura...
-Entonces,  no  veo  razón  alguna  para  esperar.  Yo  te  prestaré  dinero  si  lo necesitas.
-¿De verdad tenemos que hacer esto hoy mismo? -preguntó. La mirada que Peter le  dedicó hizo que no necesitara recibir respuesta-. Está bien, pero si no tengo dinero para invitarte a cenar, no me eches la culpa a mí.
El centro comercial estaba muy concurrido. Peter se detuvo para mirar el directorio de tiendas que había cerca de la entrada.
-¿Ves algo? -preguntó Peter, al ver que Lali se ponía a mirar con él.
-Parece que la tienda de diseño pre-mamá de Anna James es la única tienda especializada que tienen, pero creo que será algo cara. Tal vez deberíamos mirar en las tiendas más grandes.
-Veamos lo que tiene.
Se  dirigieron  al  segundo  piso  y  caminaron  por  el  pasillo  hasta  que encontraron una boutique repleta de ropa pre-mamá muy elegante, pero muy cara. Lali buscó entre las perchas y encontró un atractivo conjunto negro de camisa y pantalones. Se lo mostró a Peter.
-¿Qué te parece éste?
- Pruébatelo.
Mientras ella se cambiaba, Peter se puso a hablar con la dependienta, que le buscó prendas  que él no hacía más que llevarle al probador. Le sorprendió que, para ser un hombre que se vestía básicamente de vaqueros y cuero, tuviera mejor gusto del que se hubiera imaginado.
Cuando terminó de probarse el primer conjunto, decidió que resultaba muy favorecedor. Salió del probador para que Peter pudiera verla.
-¿Qué te parece? -le preguntó. Él la miró con una expresión inescrutable en el rostro-. No te gusta, ¿verdad?
-No está mal -respondió, en tono de indiferencia.
-Creo  que  me  las  arreglaré  con  lo  que  tengo  hasta  ahora  -replicó  ella. Entonces, se dispuso a entrar de nuevo en el probador.
Peter la agarró por el brazo y le impidió entrar.
-Cómpratelo -dijo. Aquella vez su voz sí que significó algo. Sus miradas se cruzaron y  Lali sintió una irrefrenable calidez que se le iba extendiendo por el cuerpo.
-Creo que tal vez a su esposa le guste esto.
La dependienta se acercó con una falda a juego con una chaqueta gris. Peter soltó  inmediatamente  a  Lali.  Ella  esperó  que  informara  inmediatamente  a  la dependienta de que no eran pareja, pero no fue así. Peter tomó en silencio la ropa y se la entregó a Lali. Entonces, se dirigió a uno de los asientos que había en la tienda para esperar a que ella se lo probara.

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Y bueno, lo prometido es deuda.

Con respecto a la novela, si, aun le queda bastante, así que tienen novela para rato.

Cuanto falta para que estén juntos Lali y Peter... Para que estén juntos... Ya lo verán ustedes.

Otra pregunta que hicieron es de donde soy, soy de México.

Ya saben, si quieren mas novela debe de haber 10 o mas comentarios.