Mi pacto con vos está escrito en las estrellas, es más fuerte que la distancia y el tiempo, es un pacto que vence al destino.

jueves, 4 de abril de 2013

Capitulo 14


En las reuniones de trabajo, él animaba a la gente a pensar en voz alta porque a menudo eso llevaba a soluciones que habían estado en el subconsciente desde el primer momento. ¿Sería bueno hablarle a Jake de Lali?, se preguntó. Pero decidió no hacerlo porque también había estado seguro de que Brooke era la mujer de su vida y había resultado ser un gran error.

La mayoría de las mujeres con las que había salido reforzaban la imagen que tenía de sí mismo, pero cuando estaba con Lali veía una imagen distorsionada. El estoicismo que lo hacía tan eficaz era un problema cuando uno se enfrentaba a una mujer deshecha en lágrimas. Su habitual deseo de tener éxito, como le había explicado a ella, había sonado como una colosal arrogancia, un defecto más que un atributo. Que una vez hubiera tenido pesadillas sobre un coche parlante siempre lo había hecho sentir como un idiota, pero cuando se lo contó a Lali… le había parecido una anécdota tonta, aunque enternecedora.
–¿Qué te pasa? –se quejó Jake, exasperado–. ¿Te das cuenta de que has perdido los últimos tres puntos y me falta uno para ganar?
–¿Qué? –Peter se apretó el puente de la nariz con la mano libre–. Parece que hoy no estoy concentrado en el juego.
–Desde luego que no.
–El trabajo para el que me ha contratado Sierra es… ligeramente diferente a lo habitual. Y si quieres que te diga la verdad, Agus me saca de quicio. Casi desearía no haber firmado el contrato.
–Agus no puede ser el único empresario insoportable con el que has trabajado, pero nunca te había oído quejarte.
–Perdona, no era mi intención aburrirte. Venga, saca.
–No, no quería decir eso. Es que me extraña porque nunca te quejas de nada. Es algo nuevo –Jake sonrió– y te convierte en un simple mortal.
Aunque Peter sabía que su amigo estaba exagerado, sus palabras acababan de dar en la diana. Había pensado que Lali hacía que se viera de manera diferente, pero recordando su inquietud durante el verano o el impulso que le había hecho invitarla a comer, se preguntó si habría algo más.
¿Estaba cambiando, convirtiéndose en otra persona?
Ese pensamiento lo animaba de una forma extraordinaria.


Les prometo que mañana hay maraton.

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