Mi pacto con vos está escrito en las estrellas, es más fuerte que la distancia y el tiempo, es un pacto que vence al destino.

sábado, 6 de abril de 2013

Capitulo 23


El salón de Lali era un testamento de sus dos vidas y Peter aprovechó la oportunidad para curiosear porque quería saber algo más sobre la mujer que empezaba a importarle tanto.
Las estanterías contenían libros, manuales de software en orden alfabético y películas en DVD, sobre todo de ciencia-ficción. Aparentemente, su interés por la tecnología se extendía a otros aspectos. Tenía litografías enmarcadas de un conocido pintor a quien Peter admiraba, y había juguetes en el sofá y en el suelo. Por las marcas en la alfombra, era evidente que había movido los muebles para poner un parque y una especie de columpio.

Todo aquello ilustraba cómo había cambiado su vida de repente, el caos que había provocado la muerte de su hermano y su cuñada.
Y, sin embargo, no la había oído quejarse ni una sola vez. La única frustración que expresaba era su preocupación por el bienestar de los niños. Pero, aparte del caos, aquella habitación era más acogedora que su casa, decorada por un profesional.
–Los pañales están aquí –dijo Tanner, recordándole lo que había ido a hacer al salón.
–Ah, muy bien.
Pensando que para cambiar un pañal lo primero que necesitaba era el bebé, Peter sacó a Nicole del moisés. La niña lo miró con unos ojos castaños muy parecidos a los de su tía, pero la mirada de Nicole estaba cargada de confianza. No había recelo en sus ojitos.
Para ser alguien tan pequeño, Nicole era sólida, un pequeño milagro de ingeniería. La niña movía los bracitos y echaba la cabeza hacia atrás de tal forma para mirar a su hermano que una futura contorsionista parecía casi asegurada.
–Se supone que tienes que poner esta manta antes –dijo Tanner, cuando iba a colocar a la niña sobre el cambiador.
–Ah, gracias. Es que no lo he hecho nunca –sujetando a Nicole sobre su hombro con una mano, Peter usó la otra para colocar la manta, aunque no era fácil.
–Siempre le ponemos cosas debajo para que no pille gérmenes y la tía Lali siempre limpia las cosas antes de que Nicole las toque.
–Muy bien hecho.
Después de colocar a Nicole sobre la manta intentó quitarle el body rosa que llevaba… pero sería mucho más fácil si la niña dejase de mover las piernas como si estuviera haciendo una audición para algún musical.
–Es raro todo lo que hacen los mayores para que los niños no se ensucien –observó Tanner– porque siempre están sucios. ¡Si vieras lo que salió ayer del pañal!
–Ya imagino… –ligeramente nervioso, Peter se preguntó qué iba a encontrar. Pero si se tratase de algo malo habría alguna advertencia olfativa, ¿no?
Cuando por fin pudo desabrochar el body empezó a quitarle el pañal, pero una de las tiras adhesivas no se despegaba y tiró de ella con tal fuerza que acabó arrancando el pañal, para delicia de Tanner, que parecía encontrarlo muy divertido.
–Ahora tienes que hacer una bola con él y ponerlo aquí –el niño señaló un aparato que había en la esquina.
–Muy bien –Peter estaba escuchando sus instrucciones para abrir la extraña tapa del aparato cuando se dio cuenta de que Nicole se había tumbado boca abajo y, apoyándose en las manitas, intentaba gatear sobre el cambiador. Se movía adelante y atrás de tal forma que, por un momento, pensó que iba a lanzarse de cabeza.
A toda prisa, volvió a colocarla de espaldas y tomó un pañal limpio, pero Nicole intentó dos veces volver a ponerse boca abajo. Debería ser más sencillo, pero hacían falta más de dos manos para poner el pañal, sujetarlo y volver a ponerle el body.
Aquello era mucho más complicado de lo que había creído.
–Se nota que no lo has hecho nunca –dijo Tanner.
Peter hizo una mueca. Con una licenciatura cum laude en la universidad, estaba siendo reprendido por un niño de seis años…
Estar con niños era una experiencia que lo hacía humilde a uno. Lali debía de tener una fuerza de carácter increíble para lidiar con aquello todos los días.


Lali se tomó su tiempo en la cocina para seguir escuchando lo que Tanner y Peter hacían en el salón, pero parecían haber terminado, de modo que se colocó la bolsa al hombro y se puso las gafas de sol.
Cuando entró en el salón vio a Peter con Nicole en brazos. Era una imagen doméstica y sencilla, pero la conmovió ver a un hombre tan viril sujetando a un bebé.
Peter Lanzani estaba metiéndose en su corazón tanto como los niños.
–Misión cumplida –dijo él–. ¿Estás lista?
No. No estaba lista para esos sentimientos, pero cada vez estaba más segura de que no iba a poder luchar contra lo inevitable.


Es todo por hoy

10 comentarios:

  1. me estoy muriendo de ternura, me encanta! maaas porfa!

    ResponderEliminar
  2. es muy linda la novee, espero mas mnaa!! me encanta! :)

    ResponderEliminar
  3. nooooooooo, hasta a mi me se me metio en el corazon peter
    es un amor con los nenes
    me super encanto la maraton
    llegue tarde para seguirla , pero valio la pena leerla toda junta
    besos @ari_stafe

    ResponderEliminar
  4. Jajaja lo k me pude divertir con Peter intentando poner el pañal,Nicole sin parar d moverse y Tanner dandole instrucciones a Peter.Toda una estampa.

    ResponderEliminar
  5. ambos ya estan hasta las manos xD

    ResponderEliminar
  6. Vamos a llegar a los 10 comentarios!!!

    ResponderEliminar
  7. Me encantaa!!! Maaas!
    Seria muy tierno encontrate a Peter cambiadno los pañales jajaja

    ResponderEliminar

Comenta