Mi pacto con vos está escrito en las estrellas, es más fuerte que la distancia y el tiempo, es un pacto que vence al destino.

jueves, 21 de marzo de 2013

Capitulo 19


—Te deseo —susurró ella—. Quiero estar contigo.
Ella se frotó contra su entrepierna y endureció su erección. Él estaba deseando penetrarla, pero Lali todavía quería tomárselo con calma. Aunque la volvía loca, quería que su relación no terminara cuando volvieran a Providence. Y pensaba que tendría más posibilidades si lo de aquella noche sólo era el principio.
Él le acarició los muslos y le besó los pechos a través de la suave tela de la camisola. Después, se la quitó. Lali pasó los brazos alrededor de su cuello y dejó que jugueteara con sus pezones. Estaba desesperada, al borde del orgasmo, sin aliento, y Peter sentía tal placer, que tenía miedo de ir más lejos; miedo de que el placer fuera más intenso de lo que podía soportar.

En ese momento, Lali era la única mujer el mundo que le importaba. Quería que se rindiera a él.
Se incorporó lo suficiente apara apretarla contra el respaldo del sofá. Luego, la besó en el cuello, en los brazos, en los dedos, para descender luego en un baile sinuoso de besos y mordiscos hasta llegar a su estómago. Pasó los dedos por debajo de sus braguitas y se las quitó.
La miró durante un rato. Ahora estaba completamente desnuda y algo ruborizada por el calor de la pasión. Era la viva imagen de la perfección femenina, desde sus senos hasta la cintura estrecha y la curva generosa de sus caderas. Todo en ella parecía diseñado para volver locos a los hombres.
Bajó la mirada hacia el vello de su pubis e introdujo un dedo entre sus piernas. Ella gimió y se arqueó.
Estaba preparada. Sin embargo, Peter había decidido que aquella noche no harían el amor. Sólo quería darle placer, así que descendió sobre ella y empezó a lamerla. Ella abrió los ojos y lo miró mientras su lengua trabajaba dulcemente en su clítoris.
La llevó varias veces al borde del orgasmo. Cada vez estaba más excitada. Pero en todas las ocasiones, Peter se detuvo a tiempo de evitarlo. Estaba decidido a alargarlo tanto como pudiera, a demostrarle que su interés por ella era real, que su deseo por él era real y que era mejor que no lo negara.
Siguió lamiendo su sexo, una y otra vez. En esta ocasión, no se detuvo. Cuando notó que estaba a punto, succionó.
Lali gimió, se puso tensa y se aferró a su cabello. Y luego, en cuestión de segundos, se estremeció entre espasmos y gritó su nombre. Peter.
Al cabo de unos segundos, Lali rió y le besó en el pecho.
—Ahora te toca a ti —dijo ella.
—No te preocupes por mí. Estoy muy bien.
—Contenerse no es bueno.
—¿Ahora estoy hablando con la doctora o contigo?
—La naturaleza exige que los hombres eyaculen al menos una vez cada siete o diez días. Si no lo hicieran, sería peligroso. Es una obligación física.
—Vaya, me pregunto por qué no me lo dijeron nunca las monjas —bromeó—. Además, olvidas lo que me hiciste anoche. Ya me encargaré yo de esas necesidades.
—No, deja que lo haga por ti —rogó.
Peter se levantó, la ayudó a incorporarse y la llevó a su dormitorio. Tenía intención de dejarla allí, durmiendo, pero ella se empeñó en satisfacerlo y él no encontró mejor forma de evitarlo que proporcionarle un segundo orgasmo. Fue aún más intenso que el primero y desde luego cumplió su objetivo: después, Lali se quedó dormida.
Peter se fue a la cama, pero no podía dormir. No dejaba de pensar en ella, así que se levantó y decidió darse una ducha para enfriar su pasión. Por desgracia, no sirvió de nada. El deseo era demasiado fuerte.
Estuvo varios minutos bajo el agua y decidió solucionar el problema por sus propios medios. Hasta que llegara el momento de exigir su rendición, no tendría más remedio que masturbarse.
Lali creía que era la única que podía jugar a retrasar las cosas y aumentar la presión. Pero ése era un juego al que podían jugar los dos, y Peter estaba seguro de que al final vencería. Tenía que hacerlo. El premio era ella. Y llevaba mucho tiempo esperándola.




Lo siento, se que debi haberles subido maraton ayer, pero tuve que estudiar, y de hecho tengo que estar estudiando, pero bueno. Mañana no se si pueda traerles maraton, pero hare lo posible. A partir de mañana tengo 2 semanas libres, sin escuela y sin nada, llamenlo una pequeñas vacaciones. Bueno, nos leemos mañana

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