Mi pacto con vos está escrito en las estrellas, es más fuerte que la distancia y el tiempo, es un pacto que vence al destino.

lunes, 11 de marzo de 2013

Capitulo 47


Peter habría jurado que el pequeño Nissan que había visto pasar hacía unos minutos era el que había visto conducir a Lali por el pueblo, pero era imposible. Tenía que ser otra persona. Lo más probable era que Lali estuviera en su cabaña con  su  hijo.  No  había  razón  alguna  para   que  estuviera  a  aquellas  horas conduciendo...
Se levantó el cuello de la cazadora para combatir el frío de la noche. Llevaba andando casi una hora y se sentía furioso y enojado.
En  la  distancia  aparecieron  los  faros  de  un  vehículo.  Si  hubiera  ido  en dirección contraria, se habría escondido tal y como llevaba haciendo toda la noche. No quería atraer la  atención de nadie. Estaba demasiado enfadado como para pedir que lo llevaran. No quería necesitar a nadie. Tal sólo que lo dejaran en paz.

El vehículo pasó y, en aquel momento, Peter se dio cuenta de que era el Nissan rojo  que  había visto antes. Sin poder evitarlo, se volvió para mirar. La persona que iba al volante se parecía tanto a Lali...
Fuera quien fuera el conductor, detuvo inmediatamente el vehículo y dio marcha atrás. Un segundo después, Lali bajó la ventanilla.
-¿Qué estás haciendo aquí? -le preguntó él. No estaba seguro de alegrarse de verla. No  sabía  qué pensar. Lali no había ido a la granja desde que se había marchado al rancho de High Hill.
-¿Y a ti qué te parece?
-¿Dónde está Pablo?
-Supongo que en su casa.
-¿Y el niño?
-Aquí adentro conmigo.
-¿No te parece un poco tarde para que lo saques?
-Alguien tenía que encontrarte...
-Puedo cuidar de mí mismo.
-Para serte sincera, Peter, estoy empezando a dudarlo. ¿Vas a subir al coche sí o no?
-Esta noche no soy muy buena compañía, Lali.
-No te estoy pidiendo que me entretengas. Sólo quiero saber que estás en casa sano y salvo para poder dormir tranquila. Además, tal vez quiera saber por qué la policía piensa que has vuelto a las andadas de tu juventud y has robado otro coche.
-¿Tal vez?
-Sólo si no va a disgustarme.
-¿Tienes miedo de que yo sea culpable?
-Mira, sé que no lo hiciste. Si no, no estaría aquí. ¿Por qué vas andando?
-Digamos que a Orton no le apetecía tanto llevarme a mi casa como le gustó llevarme a la comisaría.
-No me gusta ese hombre.
-Ya somos dos -dijo Peter. En aquel momento, vieron el reflejo de dos faros que bajaban de la montaña-. Se acerca alguien. Es mejor que te vayas.
-Sube -le ordenó Lali-. Stefano está a punto de tener un ataque de nervios.
-¿No está dormido?
-No. Va a dejar surcos en el suelo de tu cocina. No hace más que murmurar que vas a regresar muy pronto.
-Dios...
Peter venció por fin la testarudez que lo había empujado durante todo el día y se subió al coche. Lali esperó a que el otro coche pasara y dio la vuelta.
-El niño está dormido, ¿no? -comentó mientras se acomodaba en el asiento trasero.
-Creo que le gusta el movimiento del coche. Bueno, ¿de quién es ese vehículo?
-le - preguntó, mientras se dirigían a la granja.
-¿Qué vehículo?
-El que han encontrado en tu granja - replicó Lali. Peter se encogió de hombros-. ¿No lo sabes?
-Supongo que lo abandonaría alguien mintió.
-¿Y la policía se ha dado ya cuenta de eso?
-Sí. Por eso me dejaron marchar.
-¿Qué hay acerca del robo en la casa de John Small?
-Orton  parece  creer  que  yo  tengo  algo  que  ver  al  respecto,  pero  no  han encontrado ninguna prueba cuando han registrado mi taller o mi casa. Además, no tienen testigos. Nadie me vio por la zona aquella noche. No me pueden arrestar sólo por una sospecha.
-Bien.
-¿Qué hace Pablo está noche? -preguntó Peter, unos segundos más tarde.
-No lo sé.
Lali se  quedó  en  un  completo  silencio,  pero  la  expresión  de  su  rostro indicaba que estaba sumida en sus pensamientos.
-¿En qué estás pensando?
-En   Pablo   -respondió   ella,   justo   cuando   llegaron   frente   a   la   granja. Inmediatamente, apagó el motor del coche.
-Últimamente, habéis estado juntos con frecuencia.
-Sí...
Lali se  mordió  el  labio,  como  si  tuviera  algo  más  que  decir.  Peter  se preparó para lo que suponía que venía a continuación. Estaba seguro de que Lali le iba a declarar el amor que tenía por Pablo y el hecho de que se iban a casar en un futuro próximo. Recordó cómo ella le daba de mamar a su hijo, la intimidad que había sentido al ser testigo de algo tan tierno. Había estado a punto de decirle que seguía enamorado de ella, que sería un buen padre para Pedro... Evidentemente, se había  equivocado al pensar que a ella le gustaría escuchar una confesión como aquélla. Eugenia le había dicho que Lali no sentía nada por Pablo, pero él no lo creía. Pablo era todo lo que Lali había deseado siempre...
-¿Tienes algo especial que decirme sobre Pablo? -le preguntó Peter, tras apretar con fuerza la mandíbula.
-Sí, supongo que sí.
Se lo había imaginado. Sin embargo, no podía soportar escuchar aquellas palabras. Deseó poder decirle a Lali que lo esperaba y que nunca había albergado falsas esperanzas, pero  no  fue capaz. Se sentía demasiado vulnerable. No quería volver a quedar en ridículo por tratar de convencerla de que podía hacerla feliz... como ya lo había intentado hacía dos años.
-Preferiría que no me dijeras lo siguiente, si no te importa. Sin embargo, espero que los dos seáis muy felices.
Con eso, salió del vehículo y se dirigió a la casó.
Lali permaneció sentada en su coche mucho tiempo después de que Peter hubiera entrado en la casa. Había estado a punto de decirle que, por fin se había dado cuenta de la diferencia que sentía entre la obsesión que había sentido hacia Pablo y el amor que sentía hacia él. No obstante, para que lo entendiera tendría que explicarle todo lo ocurrido en aquellos últimos  dos  años y no sabía exactamente por dónde empezar. Además, él no le había dado tiempo.
Vio a Peter en el interior de la casa tratando de tranquilizar a Stefano. Al cabo de unos  minutos, el último empezó a sonreír y se dirigió a las escaleras, probablemente para irse a la cama.
Peter apagó la luz de la cocina sin mirar siquiera si ella se había marchado. Le estaba dando la espalda, pero ella no estaba dispuesta a marcharse. Empezó a desabrochar la sillita de Pedro y salió del vehículo.
-Allá vamos -le dijo a su hijo en voz muy baja. Entonces, se acercó a la puerta y  llamó  rezando  para  que  no  fuera  Stefano  quien  abriera.  Afortunadamente, cuando la puerta se abrió, la luz de la luna reveló el rostro que estaba deseando ver. Descalzo y con el torso desnudo, Peter estaba muy atractivo.
-Te marchaste antes de que pudiera terminar -dijo ella.
-Por si no te habías dado cuenta, lo hice aposta.
-Veo que no me lo vas a poner fácil, ¿verdad?
Peter agarró la sillita del bebé y lo metió en la casa, pero a ella no la invitó a entrar.
-¿Por qué iba yo a querer escuchar cómo dices que estás enamorada de otro hombre,  Lali?  Pablo te gusta desde que eras pequeña. Ya lo he escuchado todo antes.


+10 y sigo subiendo

13 comentarios:

  1. K le dida luego!!!!!!!!

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  2. esperoo mas nove!!! pliss

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  3. quieroo que esten juntos de una vez por todas!

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  4. me encanto el capitulo..

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  5. ojala subas pronto el proximo capitulo, cada dia mas interansa! quiero que esten juntossss

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  6. Que le diga que esta enamorada de el!!!!!!!

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  7. Había estado a punto de decirle que seguía enamorado de ella, que sería un buen padre para Pedro...

    me encanto esa parte!! que lindooo el quiere ser el papá!! hasta el proximo!!!!!!!

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  8. otroooooooooooooooooooooooo

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